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jueves, 27 de mayo de 2010


Shiraz
No hay que confundir la variedad, también llamada Petite Syrah con la Grosse Syrah ó Mondeuse. La uva de calidad es la primera. La Syrah se asienta bien en suelos graníticos, guijarrosos e incluso arcillo-calcáreos.

Se encuentra así mismo en California, en Nueva Zelanda, Italia, Grecia, Sudáfrica, Brasil, México y Argentina.

La gama de sabores que se pueden encontrar en los vinos elaborados con base en esta Cepa son: grosellas, frambuesas, zarzamora, especias, pimiento y alquitrán.

Semillon
Un Sauternes de un buen año puede convertirse en un placer sublime: dulce, de rica textura, aroma a flores y brillante color dorado. El más famoso de todos, el Chateau dYquem.

Curiosamente, la mayor extensión de cultivo de la variedad no se registra en Francia, sino en Chile, donde se suele unir a su tradicional compañera de viaje, la Sauvignon Blanc, al igual que ocurre en California, para sus vinos secos y dulces. Sin embargo, son mucho más interesantes los blancos Australianos de Hunter Valle, donde es la cepa blanca más importante. Los mejores vinos en los que participa son dulces y alimonados en su juventud, pero adquieren con el paso de los años un toque de caramelo y un sabor amplio; en nariz, resultan más minerales que afrutado. Son los más destacados del panorama vinícola mundial después de los Sauternes.

La gama de sabores que se pueden encontrar en los vinos elaborados con base en esta Cepa son: cítricos, miel, hierba, pan tostado y lanolina.

Merlot
Es el vino del aroma a cassis, confitura de bayas rojas y violeta. La baya tiene la piel menos gruesa que la Cabernet Sauvignon, desborra y madura antes que esta, no tiene tanta intensidad ni taninos, y su color es menos profundo y concentrado, aunque, en contrapartida, es más rica en fruta y en azúcar. También alcanza su apogeo bastante antes que la Cabernet Sauvignon.

Una de las ventajas de esta variedad es que se aclimata bastante bien a suelos diversos (acepta mejor que la Cabernet Sauvignon los suelos arcillosos y húmedos) y microclimas diferentes. También es apreciada por sus rendimientos, lo que la ha llevado a ser la sexta en el ranking por extensión de todas las cepas cultivadas en Francia. En Europa del Este, Eslovenia es el país que más la cultiva; Hungría elabora vinos dulces de buena acidez y nariz bastante afrutado, y también puede encontrarse en Rumania y Bulgaria.

La gama de sabores que se pueden encontrar en los vinos elaborados con base en esta Cepa son: rosas, pastel de frutas, especias, menta, chocolate, grosella y ciruelas

Chenin Blanc

Interviene en los vinos jóvenes de Anjou, Vouvray y Saumur, más florales que afrutados.

Su cultivo ha estado limitado a las orillas del Loira hasta la última mitad del siglo XX donde su extensión ha llegado a nuevas regiones vinícolas, como California y Sudáfrica. Sin embargo, en este último país se descubrió en 1965 que la cepa conocida como Steen era en realidad la Chenin Blanc.

Pero, salvando algunas excepciones, la Chenin Blanc no responde a su patrón varietal fuera de su país de origen. En California, por ejemplo, aunque su cultivo es más extenso que en el Loira, da vinos jóvenes, suaves, pero carentes de su perfil característico; y se nota en general, la falta de acidez.
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miércoles, 26 de mayo de 2010


La Chardonnay se adapta bien a los suelos calcáreos (Champaña) y, sobre todo, a los arcillocalcáreos (Borgoña), donde se consigue gran distinción y complejidad en los vinos.

Enológicamente es un modelo de armonía y equilibrio. No ofrece la intensidad de los aromas florales de las uvas alsacianas o gallegas, ni la indefinición de otros vinos blancos con las habituales notas de manzana verde y uva fresca. Su nariz muy sutil, recuerda los frutos maduros, eventualmente la manzana, y con más edad aporta un punto de mantequilla o de nuez.

Debe embotellarse como mínimo diez meses después de la cosecha. Esta uva es magnífica por su hollejo, que permite la maceración con el mosto previa a la fermentación. Una crianza con sus lías o una fermentación en barrica refuerzan su nobleza

La Carbenet Sauvignon
En cualquier lugar prevalece un carácter que da vinos de color concentrado, intenso, con un particular ribete centellante, definido y vivo, y un aroma fácil de identificar. Recuerda a grosellas y trufa solo cuando se cultiva en Médoc, y a notas de pimiento verde y cedro cuando crece en zonas cálidas. El sabor es también nítido y concentrado, con un tacto tánico y ácido peculiares. Expresa todas sus cualidades con rendimientos inferiores a 50 hl/ha.

La producción por cepa no solo es copiosa, sino que la cantidad de mosto es proporcionalmente menor, debido a la menor cantidad de hollejos y, por tanto, a la gran abundancia de compuestos fenólicos (color y taninos) en comparación con otras variedades. Estas características permiten un mayor y más seguro envejecimiento en tonel y botella, sin que la cepa pierda apenas la intensidad de color y acidez.

El racimo no es demasiado espectacular: granos apretados, pequeños, esféricos y piel de gran espesor, y de color azul negro muy oscuro. Igual que la Moscatel revela su personalidad al mordisquear la baya, aunque, en el caso de la Cabernet, sus rasgos se detectan más en el hollejo. El pedúnculo del racimo es prácticamente nulo, lo que dificulta mucho la vendimia, encareciendo mucho los costes de esta operación precisando además podas largas.